La importancia de una cara limpia.
Y es así. No hay milagros que justifiquen la ausencia de una buena limpieza como el comienzo de una excelente rutina diaria, de ahí la importancia que le doy a una cara limpia. Siempre les digo a las mujeres a las que asesoro que no hay excusas, que de la misma forma que nos limpiamos cada día los dientes, nuestra piel debe recibir su ración diaria de higiene. Pero no cualquier limpieza nos vale. El gel de ducha, no… No vale. ¿Por qué? Muy sencillo. El gel contiene jabón, y el jabón en la mayoría de los casos, reseca en exceso la piel de la cara que, recordemos, no es igual a la del resto del cuerpo. Es más delicada y tiende mucho más al envejecimiento. Por eso será necesario incorporar a la limpieza facial productos que se adecúen a nuestra edad y tipo de piel, ya sea seca, normal, mixta, grasa o incluso atópica.
¿Por qué es importante una cara limpia? Porque una piel sucia obstruye el poro y provoca acumulación de grasa, en el caso de estos tipos de piel, que desencadenan en granitos o puntos negros. Y no nos gustaría sufrirlos, ¿verdad? A mí no, lo aseguro. He luchado durante años a problemas de acné y siempre lo solucioné con un tratamiento adecuado que comenzaba con una correcta higiene diaria. Otra de las causas por las que es importante una cara limpia es porque de esa forma, garantizamos que el tratamiento posterior que vayamos a usar en la piel se va a absorber perfectamente y potenciamos su efecto.
¿Cómo consigo una cara limpia?
Bueno, ya tenemos claro la importancia. Ahora tendríamos que preguntarnos qué limpiadora se adecúa más a nuestro tipo de piel, o edad. Para eso, la gama es muy amplia. En mi caso, recomiendo, por supuesto, limpiadoras que se retiran con agua porque dejan la piel más fresca y porque las podemos usar perfectamente dentro de la ducha. Una excusa menos para aquellas que lamentan no tener tiempo para cuidarse. Son 10 segundos de tu día… ¡¡¡10 segundos!!!
En mi caso, cuento con la ventaja de trabajar con una línea de limpiadoras para cada edad, cada tipo de piel o incluso, cada problema que queramos solucionar, por ejemplo, acné. Al ser la piel un órgano vivo, en constante cambio, y más en el caso de las mujeres, también prefiero que puedan probarla.
¿Cuántas veces al día la usamos? Dos. “¿Por la mañana también?”. Sí, por la mañana también. Hemos estado siete u ocho horas en la cama, hemos sudado, hemos estado en contacto con polvo y no nos vale sólo agua. Además tendremos que eliminar los restos del tratamiento que nos pusimos la noche anterior. Y por la noche, es evidente que tenemos la cara más sucia que nunca: maquillaje, polución sudor… Es el momento que más me gusta, llegar a casa, ponerme cómoda y limpiar la cara…
¡¡Esa sensación de frescor no tiene precio!!