Tu amiga interior
9 de agosto de 2016
Hola querida amiga,
Al fin a llegado el día en que debas recibir esta carta. Desde hace mucho tiempo, esperaba el momento adecuado para enviarte este agradecimiento a tu vida.
Pensarás: “¿Quién es esta ahora?”
Tranquila, soy yo, tu amiga interior, esa que ha estado a tu lado durante toda tu vida, pero hasta ahora no has podido escuchar.
“¿Por qué hasta ahora?”, pues verás…
Desde pequeña siempre has sido una niña diferente, ni guapa ni fea más bien simpática, estudiosa, con un halo de inteligencia y carisma dejando huella en los demás. Tú no te percatabas de ello, pero durante mucho tiempo, se han aprovechado de tu buena predisposición, tu buen corazón, de creer en la sinceridad de los demás, de pensar que eran como tú.
Fuiste creciendo, desarrollaste una capacidad en preparar tus objetivos, visualizarlos y en un tiempo más o menos estipulado, trabajar con esfuerzo para conseguirlos. Así has tenido los hijos que habías deseado, en el tiempo que soñabas…
Todo en tu vida ha sido un objetivo. Suena ambicioso y lo ha sido, pero eso no es malo.
Has vivido lo que has deseado, probando las cosas que te han apetecido, cuando te han apetecido y siempre has sacado un lado bueno de cada situación, incluso en las más negativas.
Has viajado menos de lo que te hubiera gustado, pero hay lugares que llevas en tu corazón y a los que esperas volver para mostrárselo a tus hijos, tales como Bali, Londres, Montecarlo, Roma y muchos más.
Siempre te he acompañado en lo que tu llamabas tu “sexto sentido” o “instinto”, del que te has guiado siempre en las peores situaciones, consiguiendo no quedarte derrotada ni desgastada. Ya que atravesar por dos grandes separaciones, traumáticas, con situaciones muy complicadas y hoy conseguir reírte de ellas, hace que tu corazón cicatrice y se prepare para amar de nuevo. Has sido valiente en el amor, has tenido bonitas aventuras amorosas, guardando un buen recuerdo de ellas y ellos de ti.
Disfrutas de esa niña interior, esa que desarrollas siempre que puedes, ejercitando la risa, el abrazo, el perdón, el amor incondicional, la visión del disfrute de las primeras veces, consiguiendo emocionarte con cualquier cosa, en cualquier situación y con cualquier persona.
Por todo eso, hoy estoy aquí, amiga, para felicitarte por todas esas cicatrices del alma, por esas arrugas del corazón, por ese cabello blanco de tranquilidad y de paz interior.
Por eso, hoy, te hablo para felicitarte por todos tus logros, para agradecerte todos pasos dados hasta llegar aquí, pero sobre todo, para animarte a seguir disfrutando del camino, de tu familia, de los amigos, de ti misma, mi querida amiga.
Un abrazo fuerte, un beso enorme, tu amiga interior.
Si quieres escuchar este articulo en audio, pulsa este enlace de ivoox: